Seminario Taller Profesiones, Género e Historia en Chile y Argentina. Universidad Alberto Hurtado, 6 y 7 junio

Camila Pérez y Vanessa Tessada, “Educar en el campo: historias de vida de maestras normalistas en el Valle Central de Chile (1940 – 1970)”

Hasta hace pocos años, el trabajo de las maestras normalistas en las escuelas rurales de Chile era un tema poco explorado en la historiografía de la educación. Sin embargo, en tiempos recientes, diversos estudios han comenzado a indagar sobre las dificultades y características del trabajo docente en zonas rurales y aisladas.

Esta ponencia tiene como objetivo analizar las historias de vida de cuatro maestras egresadas de escuelas normales fiscales, quienes desarrollaron gran parte de su carrera en escuelas rurales del Valle Central de Chile durante la mitad del siglo XX. A través de entrevistas semiestructuradas, documentos personales y material del Ministerio de Educación disponible en el Archivo Nacional de la Administración, se exploran cuatro aspectos clave del trabajo docente rural: 1) qué significaba ser una representante del Estado en comunidades rurales alejadas; 2) las motivaciones y desafíos que enfrentaron al llegar a las escuelas; 3) las estrategias y acciones que implementaron para cumplir con las expectativas del Estado; y 4) su relación con las comunidades campesinas, esenciales para su labor.

Este análisis busca arrojar luz sobre las experiencias de estas maestras, fundamentales en la historia de la educación rural chilena.


Participación en las las XXIV Jornadas de Historia de Chile. Universidad de Concepción (27 al 31 de mayo 2024)

“Madre campesina y esposa del inquilino”: la formación rural y agrícola femenina particular. Chile, 1950 – 1970”

Entre 1950 y 1970, las alternativas educativas en Chile para niñas y jóvenes del campo estaban llenas de limitaciones y estereotipos de género. El Estado mostró un interés lento y conservador en la preparación de las mujeres, guiado por el rol que se esperaba de ellas en las zonas rurales: ser madres y esposas en un sistema agrícola dominado por el inquilinaje y los pequeños propietarios. Mientras que las escuelas primarias mixtas incluyeron a niñas, los resultados fueron insuficientes. No fue hasta 1960 que se inauguró la primera Escuela Agrícola Femenina en Yerbas Buenas, impulsando tímidamente la educación secundaria y profesional para mujeres en el ámbito rural.

Sin embargo, a partir de iniciativas particulares —principalmente de agrupaciones religiosas y mujeres católicas— surgieron las Escuelas Familiares Agrícolas Femeninas en los años 50, que conformaron una red de educación agrícola para mujeres en el campo, alcanzando casi una decena de escuelas en los 60. Aunque estas escuelas fueron pioneras y se anticiparon a los esfuerzos del Ministerio de Educación, su enfoque estaba más en preparar a las mujeres como cuidadoras del hogar, en lugar de profesionales agrícolas.

La investigación se basa en documentos del Fondo Histórico de la Universidad Católica, el Archivo Nacional y el Fondo Mineduc y Minagri, y es parte del proyecto FONDECYT n°3210358.